La integración del ego negativo
La superación y la integración del ego negativo es un aspecto central en el camino espiritual. Como sabemos, es nuestro ego que crea el miedo. El ego crea un filtro que distorsiona la forma en que nuestra mente percibe todo. Este, literalmente, crea la ceguera espiritual y nos mantiene atrapados en el pensamiento limitado. El ego pone un velo de ilusión o un velo de amnesia sobre nuestros ojos que nos impide acceder a nuestra sabiduría más alta y a la verdad. El mal es el "velo" que nos impide mantener una fuerte conexión con nuestro Dios interno. Este velo crea la ilusión de que Dios está fuera de nosotros. Todas las vías externas que se basan en un conocimiento o algo fuera de nosotros mismos para llegar a Dios es una ilusión que ha sido creada por el ego humano.
El único camino que conduce a la salvación es el camino interior. La iluminación divina se da a aquellos que elijen por sí mismos arrojar las ilusiones del ego y alcanzar una relación directa con su Dios interno. Jesús dijo claramente: "El Reino de Dios está dentro" y cualquier enseñanza que enseña que Dios está fuera de nosotros es una enseñanza Anti-Cristo. Con el fin de entrar en el Reino, que es la expansión de la conciencia de Dios dentro de nuestro propio ser, cada uno de nosotros debe sanar las sombras de la conciencia y trascender el ego humano, lo cual levantara el velo de la amnesia de nuestras mentes. Cuando el velo se levanta es entonces que se retiran la oscuridad y los límites de la separación del yo, la negación y el miedo. Comenzamos a ver la luz de la verdad transformando nuestra densidad y oscuridad (carbón) en la vibrante energía divina (oro) que nos lleva a la realización de Dios. La limpieza de nuestra alma es un proceso alquímico, y es la principal razón por la cual hemos encarnado aqui.
Trascender el ego negativo, elevar nuestra vibración y tratar de expandir nuestro ser en un mayor conocimiento es un viaje de toda la vida. El ego va a tratar de engañar a cada paso del camino, ya que no quiere que reconozcamos quienes somos en realidad y que nos apropiemos por completo de nuestro poder divino. El ego nos engaña haciéndonos creer que lo hemos logrado espiritualmente. Se nos dirá que hemos aprendido todo lo que necesitamos aprender y que ya no tenemos que trabajar en nosotros mismos. La complacencia espiritual y los trucos del ego son muy comunes en la religión cristiana. Nosotros compramos la creencia de que una vez que somos bautizados, reconocemos que Jesús murió en la cruz por nuestros pecados y aceptamos a Cristo en nuestros corazones nos garantiza la salvación. Desafortunadamente, esto ha detenido a muchos de nosotros de seguir adelante con nuestro crecimiento espiritual, ya que ahora creen que Jesús ha asumido la responsabilidad de todos nuestros pecados y energía mal calificada. Nuestras emociones negativas, el ego y patrones psicológicos sombrios se suprimen, niegan e ignoran porque creemos que Jesús es el responsable de nuestra salvación y dejamos de hacer el trabajo interno necesario para redimirnos. Creer en un salvador fuera de nosotros mismos nos mantiene repitiendo los mismos patrones kármicos una y otra vez nos mantiene en el patrón de la muerte y el renacimiento con el fin de equilibrar nuestra energía. Hemos dado nuestro poder a algo fuera de nosotros para salvarnos, aceptando las ilusiones del ego, que es un falso camino que sólo traerá la prolongación del sufrimiento, el caos y drama! La única manera de alcanzar la salvación y redimirnos es ir dentro de nuestro ser interior para aceptar la responsabilidad de nuestra energía mal calificada, heridas del alma y patrones repetitivos que nos mantienen atrapados en la dualidad y separación.
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