miércoles, 11 de enero de 2012

Mi experiencia Zen y el Maestro Hsuan Hua....



En el camino de búsqueda espiritual, nos conectamos con seres y maestros con los cuales no teníamos ni la mas mínima idea de coincidir en tiempo y espacio, sin embargo el Maestro aparece cuando el discípulo esta preparado, es así como en la practica de la meditación deseando ir mas adentro, no por buscar un resultado, sino por la agudización de Budhi en mi ser, no por merito propio sino por sincronía cósmica, aparece en mi camino el templo Vihara Avatamsaka, en Rockville Maryland, centro perteneciente a la Asociación Budista Reino del Dharma, fundada por el Maestro Hsuan Hua. En mi primera cita en el Templo, una Monja me recibe y me presenta los primeros lineamientos en la Meditación Chan termino Chino equivalente a Zen en Japonés que consiste en la Meditación Sentada, y ahí la primera experiencia de sincronía tanto con el lugar energético en el cual me siento a meditar como con el ser que me conecta con todo este nuevo mundo de experiencias, la Monja China, pequeña de estatura y con un ingles fluido, y claridad mental impresionante, me invita a sentarme por media hora enfrentando a una de las paredes del templo, bellamente decorado con Budas Sankiamunis gigantes, estatuas del Budasatva Guan Shin Yin en cada costado, suena la campana que indica el inicio de una sesión de Meditación....y me quedo solo sentado, el safu, mi ser y mi respiración,,,,así inicia mi aventura en el Zen. No tengo una meta, ni un deseo personal, no se adonde me lleva, solo sentado en el aquí y en el ahora, no hay pensamientos, pasan como nubes en el cielo. eso es el Zen y mi cita con el maestro Hsuan Hua.........

Reseña biográfica

El Venerable Maestro, nativo del Condado de Shuangcheng en la Provincia de Jilin, China, nació el día dieciséis del tercer mes lunar, en el año de wuwu a comienzos de siglo. Fue llamado Yushu (o Yuxi) Bai Su padre, Fuhai Bai, era muy trabajador y ahorrativo. El apellido de soltera de su madre era Hu; comía solamente alimentos vegetarianos y recitaba el nombre de Buda todos los días. Cuando ella estaba embarazada del Maestro, le rezaba a Buda y a los Bodhisattvas. Así la noche anterior al nacimiento, en un sueño, ella vio al Buda Amitābha emitiendo una luz brillante. Luego nació el Maestro.

El Maestro era callado y silencioso por naturaleza, pero tenía un espíritu correcto y heroico. De niño seguía el ejemplo de su madre y comía solamente vegetales y recitaba el nombre de Buda. A la edad de once años la visión de una infanta sin vida lo hizo tomar conciencia de la gran cuestión de la vida y la muerte, entonces resolvió convertirse en monje. A los doce años, escuchó cómo el Buen Hijo Wong (el Gran Maestro Chang Ren) del Condado de Shuangcheng había practicado la piedad filial y obtuvo el Camino, y realizó entonces los votos de seguir el ejemplo del Buen Hijo. El Maestro decidió inclinarse en reverencia ante sus padres todas las mañanas y tardes como una manera de reconocer sus faltas y retribuir a sus padres la bondad recibida. Por su piedad filial fue conocido como el Buen Hijo Bai.

A los quince años tomó refugio bajo el Venerable Maestro Chang Zhi. Ese año comenzó las clases en el colegio y logró dominar los Cuatro Libros, los Cinco Clásicos, los libros de varias escuelas de pensamiento chinas, los campos de medicina, adivinación, astrología y fisionomía. Participó en la Sociedad de la Virtud y otras sociedades de beneficencia. Explicó el Sutra del Sexto Patriarca, el Sutra del Diamante y otros Sutras para los que eran iletrados y empezó una escuela gratuita para los pobres.

Cuando tenía diecinueve años su madre murió, y entonces le pidió al Venerable Maestro Chang Zhi del Monasterio Sanyuan (Tres Condiciones) que afeitara su cabeza. Le fue dado el nombre de Dharma An Tse y el nombre de estilo To Lun. Vestido con túnicas de monjes construyó una simple casilla al lado de la tumba de su madre y vivió ahí durante tres años observando la piedad filial. Durante ese período, hizo dieciocho grandes votos. Se inclinó en reverencia hacia el Sutra de la Guirnalda de Flores, se comprometió al arrepentimiento y adoración, practicó la meditación, estudió las escrituras, y comió solamente una comida al día sin recostarse por la noche para dormir. Sus sinceros esfuerzos por purificar y cultivarse a sí mismo hicieron que ganase la admiración de los pobladores y evocara las respuestas de los Budas, Bodhisattvas, y dioses y dragones protectores del Dharma. Fue reconocido como un monje extraordinario.

Un día, cuando estaba sentado en meditación, vio venir a su casilla al Gran Maestro, el Sexto Patriarca, para visitarlo y decirle: “En el futuro tú irás a Occidente y conocerás incontables personas. Los seres vivientes que enseñes y transformes serán tan incontables como las arenas del Río Ganges. Esto marcará el comienzo del Buddhadharma en Occidente”. Luego de decir esto, el Sexto Patriarca se desvaneció. Después de que el Maestro completó su observación de la piedad filial, se dirigió a la Montaña Changbai, en donde vivió en reclusión y practicó austeridades en la Cueva de Amitābha. Luego volvió al Monasterio Sanyuan y se convirtió en el líder de la asamblea.

Durante sus años en Manchuria, el Maestro enseñó a la gente según sus potenciales. Despertó a aquellos que estaban confundidos y salvó muchas vidas. Incontables dragones, víboras, zorros, fantasmas y espíritus tomaron refugio con él y recibieron los preceptos, cambiando su mal y cultivando la bondad.